Por qué el RSV está aumentando

Qué deben saber los padres acerca del aumento de casos de virus respiratorios en el verano entre los niños.

Un virus común de invierno, el virus sincitial respiratorio o RSV, aumentó este verano, particularmente en el sur de los Estados Unidos, y los hospitales informan más hospitalizaciones de bebés y niños enfermos de lo normal para esta época del año. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC), hubo alrededor de 1,700 casos confirmados en los EE. UU. durante la semana del 24 de julio de 2021, en comparación con menos de una docena durante la semana del 25 de julio de 2020.

“La infección por RSV generalmente ocurre en otoño, invierno y primavera, cuando la temporada de resfriados y gripe es más frecuente”, dice el Dr. Hossein Sadeghi, neumólogo pediatra y director del Sue and John L. Weinberg Cystic Fibrosis Center en NewYork-Presbyterian Morgan Stanley Children’s Hospital. “Pero este no ha sido un año típico con la pandemia de COVID-19”.

Dr. Hossein Sadgehi

Dr. Hossein Sadeghi

Entonces, ¿por qué estamos experimentando un aumento repentino de RSV en verano? Para entenderlo, Health Matters habló con el Dr. Sadeghi, quien también es profesor asociado de pediatría en Columbia University Vagelos College of Physicians and Surgeons, para explicar qué es el RSV, a quién afecta, qué tan grave puede ser y por qué el aumento repentino de los casos.

Si los casos de RSV son más comunes en los meses de otoño e invierno, ¿por qué el repentino repunte este verano?
Si miramos hacia atrás a los últimos 12 meses, las personas usaban mascarillas faciales, practicaban una buena higiene de manos y se aislaban para controlar la propagación del COVID-19. Al hacerlo, eso redujo drásticamente la tasa de otras infecciones virales, como el RSV. Pero ahora, con las vacunaciones contra COVID-19 que llevan a las personas a renunciar al uso de las mascarillas y a atenuar las restricciones de viaje, hay más transmisión de virus.

¿A quién afecta el RSV?
El RSV puede afectar a cualquier persona, pero afecta más gravemente a los bebés prematuros o aquellos con factores de riesgo subyacentes. La mayoría de los niños experimentan un caso de RSV cuando tienen 2 años de edad. Pero eso fue previo a la pandemia. Con todo el control de infecciones del año pasado, es posible que eso no sea cierto.

¿Es peligroso?
Para la mayoría de las personas, puede presentarse como un resfriado y generalmente, desaparece con mucho descanso e ingesta de líquidos. Sin embargo, cualquier persona con un sistema inmunológico debilitado tiene un mayor riesgo de desarrollar síntomas graves. Por ejemplo, en el caso de los que nacen prematuros (menos de 29 semanas de gestación), los que tienen 65 años o más y cualquier persona con enfermedad pulmonar crónica o debilidad neuromuscular, el RSV puede afectarlos mucho más gravemente.

En términos generales, las personas más jóvenes y las más mayores tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas graves.

¿Por qué el RSV es peligroso para los bebés?
El RSV es más peligroso en los bebés porque su sistema inmunológico aún se está desarrollando. En los bebés, el RSV puede causar bronquiolitis (inflamación de las vías respiratorias pequeñas de los pulmones), neumonía o crup, lo que puede provocar dificultades respiratorias y tos persistente. En el caso de los bebés prematuros, podrían terminar en la unidad de cuidados intensivos.

¿Cuáles son las señales de advertencia?
Si un padre ve que su bebé está esforzándose más para respirar, tiene sibilancias, aleteo nasal o respiración abdominal (puede ver sus costillas cuando inhala y exhala), estas son señales de que podría estar teniendo dificultades para respirar. Otra pista importante en los bebés es la alimentación reducida. Si su bebé no come tanto, podría ser una señal inicial de que algo podría estar mal.

Comuníquese con su pediatra si su hijo está en riesgo de contraer una infección grave por RSV, tiene irritabilidad, disminución de la actividad, apnea (pausas en la respiración), dificultad para respirar, fiebre de más de 101 grados, labios de color azul o alimentación reducida.

¿Cómo puede saber la diferencia entre RSV y COVID-19?
Debido a que los síntomas del RSV son tan similares a los de COVID-19 (tos, congestión o secreción nasal, fiebre), puede ser difícil notar la diferencia sin una prueba de PCR. Si usted o su hijo experimentan alguno de esos síntomas, hable con su médico sobre la posibilidad de hacerse una prueba de RSV y COVID.

¿Cómo se trata el RSV en casa?
Descanse mucho y tome líquidos. Actualmente no existe una vacuna para el RSV, pero la mayoría de las infecciones desaparecerán por sí solas en una o dos semanas. Los padres pueden ayudar a aliviar la fiebre con un antifebril y un analgésico de venta libre como paracetamol o ibuprofeno. (No le dé aspirina a un niño). Para los bebés de alto riesgo, hable con su pediatra sobre el palivizumab (Synagis), un anticuerpo monoclonal, una proteína del sistema inmunológico, que se puede administrar a los bebés de alto riesgo cada 28 a 35 días durante la temporada del RSV, de noviembre a marzo.

¿Qué pueden hacer los padres para proteger a sus hijos?
Tomar medidas preventivas es clave, especialmente para aquellos que tienen un mayor riesgo, como los bebés prematuros o los niños con enfermedad pulmonar crónica. El RSV puede permanecer en superficies duras hasta seis horas, por lo que es muy importante lavarse las manos y desinfectar con regularidad las superficies de alto contacto, como las perillas de las puertas, las encimeras y los lavabos.

Si tiene un hijo mayor que va a la escuela o a la guardería, le recomiendo que haga que se cambie de ropa tan pronto como llegue a casa, se lave las manos y tal vez incluso se bañe para reducir el riesgo de transmisión del RSV a un hermano menor.

Evite el contacto cercano con cualquier persona que esté enferma y, por supuesto, para cualquier infección para la que tengamos vacunas, como la gripe y la COVID, es importante vacunar a las personas elegibles. La mejor defensa contra la COVID-19 es la vacunación. Y cuando comienza la temporada de gripe, también es importante vacunarse contra esta.

Con suerte, la pandemia de COVID nos ha enseñado a cuidarnos mejor mediante la práctica de una buena higiene de manos y medidas de control de infecciones, lograr el descanso suficiente, la nutrición adecuada y el ejercicio regular. Todas estas cosas pueden ayudar a optimizar nuestro sistema inmunológico y mantenernos saludables.

Hossein Sadeghi, M.D., es neumólogo certificado por la Junta y especialista en Medicina del Sueño con amplia experiencia en fibrosis quística, asma y salud global. Es el director del Sue and John L. Weinberg Cystic Fibrosis Center en NewYork-Presbyterian Morgan Stanley Children’s Hospital. Es profesor asociado de Pediatría en Columbia University Vagelos College of Physicians and Surgeons, centra su investigación en asma, bronquiolitis por RSV y fibrosis quística.

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