Lo que debe saber acerca de recibir la vacuna de refuerzo contra COVID-19
Un experto en enfermedades infecciosas explica la seguridad, los efectos secundarios y la mezcla y combinación de las vacunas contra la COVID-19.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) ya autorizaron y recomendaron vacunas de refuerzo contra la COVID-19 para las personas de 12 años o más.
Cualquier adulto de 18 años o más puede recibir un refuerzo si recibió alguna de las siguientes:
- La vacuna de ARNm de Pfizer/BioNTech o Moderna y completó su serie primaria hace al menos cinco meses.
- La vacuna monodosis de Johnson & Johnson hace al menos dos meses.
Además, los adolescentes de 12 a 17 años pueden recibir el refuerzo de Pfizer/BioNTech al menos cinco meses después de completar la serie de vacunación inicial.
Los CDC citaron datos de pequeños ensayos clínicos que mostraron que, si bien las vacunas continúan protegiendo contra formas graves de la enfermedad y contra las hospitalizaciones, su efectividad en la prevención de la infección por COVID-19 parece disminuir con el tiempo. Además, un ensayo clínico de la vacuna de refuerzo contra la COVID-19 de Pfizer/BioNTech mostró que es efectiva para proteger contra la COVID-19, lo que indica que una dosis de refuerzo puede dar como resultado una mayor protección en comparación con solo tener la serie de vacunación inicial.
“Los CDC y la FDA tomaron sus decisiones sobre la base de datos que demostraron que las vacunas de refuerzo son seguras y efectivas para la población adulta en general”, dice el Dr. Marcus R. Pereira, director médico del Programa de Enfermedades Infecciosas para Receptores de Trasplantes en NewYork-Presbyterian/Columbia University Irving Medical Center y profesor de medicina en la División de Enfermedades Infecciosas en Columbia University Vagelos College of Physicians and Surgeons. “Los datos mostraron un aumento en la respuesta inmune después de una vacuna de refuerzo”.
Health Matters habló con el Dr. Pereira acerca de las últimas pautas y los datos sobre la vacuna de refuerzo.
¿Qué decidieron la FDA y los CDC acerca de las vacunas de refuerzo contra COVID-19 y por qué?
Los científicos de la FDA y los CDC controlaron minuciosamente los datos y confirmaron que la protección de la vacuna puede disminuir con el tiempo. Por ejemplo, los estudios en los Estados Unidos han encontrado que entre los trabajadores esenciales, la efectividad de la vacuna contra la infección disminuyó en julio, aunque la enfermedad grave seguía siendo poco común.
Por esta razón, y debido al aumento de las variantes delta y ómicron, que son más contagiosas, se recomienda ahora una dosis de refuerzo de la vacuna para las personas mayores de 12 años.
Los criterios de elegibilidad han cambiado para que las pautas sean menos confusas. Le están diciendo al público en general que definitivamente deben recibir un refuerzo. Y el momento de hacerlo es ahora, más que nunca.
¿Son seguras las dosis de refuerzo?
Sí, se ha demostrado que las dosis de refuerzo son seguras. Pfizer publicó un estudio de 10 000 participantes en el que la mitad de ellos recibió una dosis de refuerzo y la otra mitad un placebo. En términos de seguridad, no encontraron nuevos eventos adversos, lo que significa que coincide con lo visto en estudios previos. Para aquellos preocupados por la miocarditis o la pericarditis, inflamación del músculo cardíaco o del revestimiento externo del corazón, tampoco se observaron casos. De hecho, el grupo de placebo tuvo eventos adversos más graves que el grupo de refuerzo.
Además, los CDC descubrieron que las reacciones de la tercera dosis fueron muy similares a las de la segunda dosis, indicando que “no hay patrones inesperados de reacciones adversas” y que continuarán monitoreando la seguridad de los refuerzos. El beneficio supera cualquier riesgo de recibir la dosis de refuerzo de Pfizer o Moderna.
¿Son efectivas las dosis de refuerzo?
Las dosis de refuerzo no solo son seguras, sino que han demostrado ser efectivas para aumentar la inmunidad para la COVID-19. En el estudio de Pfizer, encontraron que la eficacia relativa de la vacuna después del refuerzo fue superior al 95 %, lo que recupera la eficacia original de la vacuna antes de que la inmunidad disminuya.
Moderna todavía está acumulando datos finales, pero como se ha demostrado que produce una buena cantidad de anticuerpos neutralizantes y anticuerpos totales, esperamos que la eficacia esté a la par con los resultados de Pfizer.
Cabe señalar que el refuerzo de Moderna es solo la mitad de la dosis original. Esto se debe a que las dos dosis iniciales de la vacuna de Moderna fueron mucho más altas en comparación con la de Pfizer, por lo que las personas solo necesitan media dosis como refuerzo.
¿Qué tan bien protege una vacuna de refuerzo a las personas contra la variante ómicron?
En estudios de laboratorio realizados por separado, tanto Pfizer como Moderna encontraron que sus vacunas han disminuido la protección contra las variantes de ómicron, pero esta protección parece recuperarse después de las vacunas de refuerzo. Pfizer dijo que su refuerzo aumentó los niveles de anticuerpos 25 veces. Moderna descubrió que su dosis de refuerzo de 50 microgramos aumentó el nivel de anticuerpos aproximadamente 37 veces. Debido a que se basan en pruebas de laboratorio, no muestran la respuesta inmune completa del cuerpo, pero ambos refuerzos de ARNm parecen brindar protección contra la variante ómicron. Por lo tanto, es muy importante que todas las personas que reúnan los requisitos reciban sus vacunas de refuerzo.
Si tuvo COVID-19 y está completamente vacunado, ¿aún necesita recibir un refuerzo?
Pfizer estudió a quienes tuvieron una infección previa por COVID, y los datos sugieren que una dosis de refuerzo protege a esa población y ciertamente no es perjudicial. La combinación de una infección previa por COVID-19 y recibir las vacunas parece especialmente poderosa contra la reinfección por el virus SARS-CoV2.
¿Tienen las dosis de refuerzo efectos secundarios?
Los efectos secundarios que se informaron con mayor frecuencia fueron el dolor en el lugar de la inyección y los dolores de cabeza, pero se ha demostrado que la dosis de refuerzo tiene una menor probabilidad de efectos secundarios que la segunda dosis.
Los CDC han estado monitoreando las reacciones en el lugar de la inyección y las reacciones sistémicas (fatiga, fiebre, dolores corporales), así como los impactos en la salud, como la capacidad para trabajar o realizar actividades cotidianas. En términos de estos factores, las reacciones del refuerzo parecen ser menos molestas que las reacciones experimentadas con la segunda dosis.
¿Se pueden mezclar y combinar las vacunas?
La FDA y los CDC ahora permiten un enfoque combinado para las dosis de refuerzo. Eso significa que aquellos que son elegibles para recibir una vacuna de refuerzo tienen la opción de recibir cualquiera de las vacunas aprobadas. Los datos muestran que esto es seguro y efectivo y, en algunos casos, en particular en el caso de la vacuna de J&J, mezclar y combinar provoca una respuesta inmune más fuerte.
Los Institutos Nacionales de Salud publicaron un estudio sobre la mezcla y combinación, el cual analizó los datos de anticuerpos. Encontró que las vacunas de ARNm dieron como resultado niveles de anticuerpos más altos en los primeros 28 días después del refuerzo. Si realmente quisiéramos ser exactos, un refuerzo de Moderna parece producir anticuerpos ligeramente mejores en comparación a las otras tres vacunas, pero no mucho mejores en comparación con Pfizer: es casi un empate. Pero si yo tuviera Johnson & Johnson, elegiría un refuerzo de Moderna o Pfizer.
Además, recuerde que estos datos se basan en anticuerpos, por lo que es difícil saber qué significa esto en el mundo real. Depende de cada individuo determinar qué tipo de vacuna recibe como refuerzo, por lo que le recomiendo que hable con su médico para obtener una orientación más específica.
Los componentes vitales del sistema inmunológico
El sistema inmunológico es un sistema muy complejo que ayuda a proteger al cuerpo de las enfermedades. Hay tres componentes esenciales para una respuesta inmune saludable:
Anticuerpos
Función: Identificar patógenos/virus cuando ingresan por primera vez al cuerpo.
Punto fuerte: Envían una cascada de señales de alarma al sistema inmunológico y ayudan a neutralizar el virus o la bacteria.
Células T
Función: Buscar y destruir las células infectadas con un virus o una bacteria.
Punto fuerte: Crean células de memoria y están preparadas para responder cuando se encuentran con el mismo virus o bacteria nuevamente.
Células B
Función: Producir anticuerpos.
Punto fuerte: Crean células de memoria y están preparadas para responder cuando se encuentran con el mismo virus o bacteria nuevamente.
Células T y B de memoria
Debido a que los anticuerpos se descomponen naturalmente con el tiempo, las células B y las células T de memoria permiten que el sistema inmunológico de una persona recuerde un virus específico al que una vez estuvo expuesto. Estas células de memoria circulan constantemente en el cuerpo y están preparadas para responder con la creación de nuevos anticuerpos si se vuelven a exponer a un virus o una bacteria. Estos nuevos anticuerpos luego enviarán señales de alarma al sistema inmunológico para neutralizar y matar el virus.
Recursos adicionales
Obtenga más información acerca de la vacuna contra la COVID-19.
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Marcus R. Pereira, M.D., MPH, es director médico del Programa de Enfermedades Infecciosas para Receptores de Trasplantes en NewYork-Presbyterian/Columbia University Irving Medical Center y profesor adjunto de Medicina en la División de Enfermedades Infecciosas en Columbia University Vagelos College of Physicians and Surgeons. El Dr. Pereira se centra en las complicaciones infecciosas en pacientes con trasplantes de órganos sólidos y médula ósea, así como en neoplasias hematológicas malignas, y brinda atención tanto en entornos hospitalarios como ambulatorios. Como director médico del Programa de Enfermedades Infecciosas para Receptores de Trasplantes, el Dr. Pereira supervisa el desarrollo de protocolos de profilaxis y tratamiento de infecciones para pacientes inmunocomprometidos. Sus áreas de interés incluyen infecciones resistentes a múltiples medicamentos, incluidos organismos bacterianos y fúngicos en pacientes trasplantados, así como infecciones por citomegalovirus resistentes. Es editor asociado de American Journal of Transplantation y ha dirigido varios estudios el año pasado sobre el impacto de COVID-19 en los receptores de trasplantes de órganos sólidos.