La vacuna contra COVID-19 y los niños: Información para padres
La Directora de Pediatría de NewYork-Presbyterian Komansky Children’s Hospital comparte información para los padres acerca de la vacunación en niños.
Puesto que la vacuna COVID-19 ya está disponible para niños de hasta 5 años, la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) ahora también han autorizado y recomendado una vacuna de refuerzo de la vacuna de Pfizer/BioNTech para adolescentes de 12 a 15 años. En medio del aumento actual de casos de COVID-19 y la propagación de la variante Ómicron, la FDA también:
- redujo el tiempo entre la finalización de una vacunación primaria de dos dosis de la vacuna de ARNm de Pfizer contra la COVID-19 y una dosis de refuerzo a al menos cinco meses; y
- recomendó una tercera dosis de la serie primaria para aquellos niños inmunocomprometidos de 5 a 11 años de edad.
Health Matters habló con la Dra. Sallie Permar, directora de pediatría de NewYork-Presbyterian Komansky Children’s Hospital y presidenta del Departamento de Pediatría de Weill Cornell Medicine, acerca de lo que los padres deben saber sobre la vacunación de sus hijos.
Health Matters: ¿Por qué es importante que los niños se vacunen, especialmente cuando nos enfrentamos a un nuevo aumento de los casos de COVID-19?
Dra. Permar: El año pasado por esta época, las vacunas contra COVID-19 aún no estaban totalmente a disposición para el público en general, y los adultos representaban la mayor parte de los casos graves de COVID-19 en el país. Ahora estamos viendo que los casos pueden ser más comunes en los niños porque son menos los que están vacunados en comparación con los adultos. Con la ola actual de la enfermedad, también hemos visto un incremento en la cantidad de niños hospitalizados con COVID-19. Los síntomas son lo suficientemente graves como para hospitalizados, lo cual indica que no se trata de una enfermedad solo de adultos.
La vacuna es mucho más segura que contraer el virus en sí. Vacunar a su hijo lo mantiene más seguro que dejar que se infecte con este virus sin ninguna inmunidad proveniente de una vacuna.
¿Por qué se recomendaron vacunas de refuerzo para niños de 12 a 15 años?
Las autoridades de salud consideraron que una sola dosis de refuerzo para este grupo de edad era segura y proporcionaba una protección continua contra COVID-19. La FDA revisó datos reales de Israel, que incluían a más de 6300 personas de entre 12 y 15 años que recibieron una dosis de refuerzo de la vacuna al menos cinco meses después de completar la serie de vacunación primaria. El estudio mostró que los beneficios del refuerzo en esta población superaban cualquier riesgo. Además, no hubo nuevos problemas de seguridad después de un refuerzo, incluso no se reportaron casos informados de miocarditis o pericarditis (inflamación del músculo cardíaco o del revestimiento externo del corazón).
¿Qué población de niños de 5 a 11 años son elegibles para una tercera vacuna?
Para ese grupo de edad, los niños que han sido sometidos a un trasplante de órgano sólido o que tienen condiciones que causan un estado inmunocomprometido similar están autorizados a recibir una tercera vacuna de Pfizer. Esto se debe a que es posible que dos vacunas no brinden la protección adecuada para esta población. No se recomienda que los niños de 5 a 11 años que estén completamente vacunados y no estén inmunodeprimidos reciban una tercera dosis en este momento, pero la FDA seguirá revisando la información.
¿Existe alguna afección subyacente por la que los niños no deban vacunarse?
La mayoría de las personas, incluidos los niños, con afecciones médicas subyacentes pueden recibir la vacuna. Esto incluye sistemas inmunológicos debilitados y enfermedades autoinmunes.
En casos de reacciones alérgicas graves, como la anafilaxia, después de la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19, los CDC indican que no se debe recibir la segunda dosis. Estas reacciones son poco frecuentes y pueden tratarse durante el período de observación posterior a la vacunación. Un ingrediente de las vacunas de ARNm que ha estado implicado en las reacciones alérgicas graves poco frecuentes es un componente común de muchos productos farmacéuticos llamado polietilenglicol, el ingrediente principal del tratamiento común para el estreñimiento MiraLAX. Si no está seguro de que su hijo reciba una vacuna, hable con su médico sobre sus inquietudes.
¿Qué efectos secundarios pueden presentar los niños a causa de la vacuna?
Los efectos secundarios de la vacuna de Pfizer/BioNTech en niños de 5 a 15 años no son más graves que los de los adultos. Las reacciones incluyen dolor en el brazo donde recibió la inyección, fatiga, dolor muscular y, a veces, fiebre. Generalmente, desaparecen después de un día. Esto indica que el sistema inmunológico está respondiendo a la vacuna. Es un pequeño precio para volver a salir con amigos sin miedo a traer un virus mortal a casa.
¿Cómo pueden los padres hablar con los niños sobre la vacuna y sus efectos secundarios?
Sea honesto con sus hijos. Explíqueles que, si bien la inyección puede pellizcar o picar por un breve momento, no dolerá por mucho tiempo y ayuda a protegerlos de enfermedades. Recuérdeles que pueden sentir algunos síntomas leves durante un breve período de tiempo, pero que también desaparecerán y es una señal de que su sistema inmunológico está funcionando. Si es necesario, se pueden usar analgésicos como Tylenol o ibuprofeno para ayudarlos a superar las molestias. Ayúdelos a ver que las vacunas son algo bueno y nos mantienen a salvo.
¿Podría la vacuna causar infertilidad en los niños en el futuro?
Esta es una afirmación falsa, ya que no hay datos que demuestren que la vacuna contra COVID-19 pueda causar infertilidad ni ninguna razón biológica por la que sospechamos que lo haría. Además, las vacunas de ARNm duran poco en el organismo y no se integran al ADN.
¿Es seguro que los niños sigan yendo a la escuela?
Sabemos mucho más sobre cómo mantener a nuestros hijos a salvo, y también hemos aprendido lo devastador que es mantener a los niños fuera de la escuela, por lo que creo que debemos utilizar todas las herramientas que tenemos para intentar mantener a los niños en la escuela. Esto significa vacunar a todos los niños que cumplan con los requisitos, hacer pruebas de COVID-19, usar mascarillas y practicar una buena higiene, como lavarse las manos con regularidad y mantener el distanciamiento social.
¿Qué les diría a los padres que todavía están ansiosos por que sus hijos reciban la vacuna contra COVID-19?
Les diría que los beneficios de la vacunación superan con creces los riesgos de una infección por COVID-19. Como pediatras, hemos atendido a niños que requirieron medidas para salvarles la vida debido a la infección y algunos no lo lograron. Hemos sido testigos del aumento de una nueva enfermedad inflamatoria posinfecciosa, el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (MIS-C), que afecta principalmente a los niños y puede provocar enfermedades cardiovasculares a largo plazo e incluso la muerte.
Aquellos que no se enfermaron siguen siendo las víctimas más afectadas a largo plazo. Perdieron a familiares a causa de la COVID-19, perdieron el contacto con sus amigos, solo vieron a sus maestros a través de pantallas, y su ansiedad y depresión crecieron a niveles epidémicos. Ahora tenemos la oportunidad de que vuelvan a su vida normal a través de la inmunidad de la vacuna.
La Dra. Sallie Permar, M.D., Ph.D., dirige el Departamento de Pediatría en Weill Cornell Medicine y en NewYork-Presbyterian/Komansky Children’s Hospital. También es Nancy C. Paduano Professor of Pediatrics en Weill Cornell Medicine. Certificada por la Junta en Pediatría y Enfermedades Infecciosas Pediátricas, la Dra. Permar ha sido honrada con varios premios prestigiosos, incluido el Premio Joven Investigadora 2014 y el Premio 2020 E. Mead Johnson de la Sociedad de Investigación Pediátrica, el Premio Presidencial de Carrera Temprana en Ciencias e Ingeniería y, más recientemente, el Premio Gale and Ira Drukier de Investigación en Salud Infantil de Weill Cornell Medicine.