Ganglios linfáticos inflamados y la vacuna contra la COVID-19: Qué debe saber

Tener los ganglios linfáticos agrandados es una reacción normal a la vacuna, pero puede parecer sospechosa en las mamografías y otras pruebas de detección del cáncer. Una experta explica cómo evitar preocupaciones innecesarias.

Si recibió una vacuna contra la COVID-19, es posible que haya experimentado una reacción como dolor de brazo, dolor de cabeza o fatiga, signos normales de que el cuerpo está generando una respuesta inmunitaria. Sin embargo, una reacción inmunológica puede terminar causando confusión y preocupación innecesarias. Después del lanzamiento de la vacuna contra la COVID-19, los radiólogos comenzaron a notar inflamación de los ganglios linfáticos en la axila en las mamografías de algunas mujeres recientemente vacunadas. Los ganglios agrandados también han sido evidentes en las tomografías computarizadas de tórax para detectar cáncer de pulmón y en otros estudios de diagnóstico por imágenes.

Por lo general, este hallazgo puede llevar a la necesidad de pruebas adicionales o incluso biopsias para asegurarse de que no sea un signo de cáncer. Los ganglios axilares inflamados podrían indicar que el cuerpo está reaccionando al cáncer en la mama o que hay células cancerosas de mama que se han diseminado a los ganglios linfáticos, dice la Dra. Elise Desperito, jefa de la Division of Breast Imaging (División de Imágenes de Mamas) en NewYork-Presbyterian/Columbia University Irving Medical Center.

 Dra. Elise Desperito

Sin embargo, “los ganglios linfáticos agrandados después de la vacuna contra la COVID son una respuesta normal del cuerpo”, explica la Dra. Desperito, quien también es profesora auxiliar de radiología en el Columbia University Vagelos College of Physicians and Surgeons. “Se agrandarán temporalmente y volverán a su tamaño normal después de varias semanas”.

Los ganglios linfáticos, pequeñas estructuras parecidas a frijoles en todo el cuerpo, son una parte esencial del sistema inmunológico. “Contienen linfocitos o glóbulos blancos, que ayudan a combatir infecciones y enfermedades”, explica la Dra. Desperito.

Los ganglios tienden a hincharse cuando reaccionan a una infección bacteriana o viral. Debido a que las vacunas contra la COVID-19 provocan una respuesta inmune, pueden causar una reacción similar. Las glándulas inflamadas generalmente aparecen en el lado del cuerpo donde se administró la vacuna, por ejemplo, los ganglios de la axila izquierda en pacientes que recibieron la inyección en el brazo izquierdo.

No es raro que las vacunas provoquen inflamación de los ganglios linfáticos después de su aplicación. Esto ha ocurrido después de otras inmunizaciones, como la vacuna contra la gripe H1N1. “Pero con la vacuna contra la COVID, está sucediendo a una escala tan grande que más personas han experimentado la reacción y se necesita una explicación pública”, agrega la Dra. Desperito.

¿De qué manera puede estar seguro de que sus exámenes de detección de cáncer no provoquen un susto o conduzcan a pruebas de cáncer innecesarias? “Hablar con su proveedor de atención médica es el primer paso y el más importante”, dice la Dra. Desperito.

Ella sugiere las siguientes medidas:

1. Programe citas de manera prudente

En este momento, muchas personas están tratando de programar tanto la vacuna contra la COVID-19 como las pruebas de detección del cáncer, en particular aquellas que desean ponerse al día con los exámenes de rutina que pospusieron debido a la pandemia. “No queremos que se retrase la vacunación y tampoco queremos que se retrasen las pruebas de detección de cáncer de las personas”, dice la Dra. Desperito.

Si tiene la opción de programar citas, programe sus estudios de diagnóstico por imágenes antes de recibir una vacuna contra la COVID-19, aconseja la doctora. De esa manera usted puede evitar que los ganglios linfáticos inflamados afecten los resultados de su prueba.

“Los ganglios linfáticos agrandados son visibles tan pronto como un día después de la vacunación y pueden permanecer agrandados durante un mes o más”, explica la Dra. (Tenga en cuenta que, si bien puede dejar de sentir un ganglio linfático inflamado, que puede sentirse como un bulto en la axila, aún puede ser visible en una exploración). Llame a su médico si aún siente un ganglio linfático inflamado luego de seis semanas desde su vacuna.

2. Avise a los proveedores sobre su vacunación reciente

Si recibe su vacuna contra la COVID-19 antes de hacerse una prueba de detección de cáncer, informe a sus proveedores sobre el estado de su vacuna para que puedan administrar su atención de manera adecuada.

Cuando tenga su examen de detección de cáncer, informe al radiólogo o al técnico cuándo recibió la primera vacuna (y la segunda, si la recibió) y en qué brazo. Estos factores deben estar en el informe que reciba su médico.

Si su estudio muestra ganglios linfáticos inflamados, su médico puede decidir ordenar otro estudio por imágenes unas semanas más tarde o controlarlo con detenimiento antes de ordenar una prueba más invasiva. Por ejemplo, si una mujer recibió la vacuna en el brazo izquierdo y se identifican ganglios linfáticos agrandados en la axila izquierda en su mamografía o ecografía, se recomienda que se realice un examen clínico con su proveedor de atención médica en 4 a 6 semanas, si es necesario, a modo de seguimiento.

Pero “si la hinchazón persiste, su médico puede decir: ‘Quiero que se haga una ecografía y la revisen’”, explica la Dra. Desperito

3. Programe las exploraciones con cuidado durante y después del tratamiento del cáncer

Si actualmente está recibiendo tratamiento para el cáncer o se ha recuperado de él, es posible que esté recibiendo servicios avanzados de diagnóstico por imágenes, como tomografías computarizadas y tomografías por emisión de positrones, de manera periódica para ver si se ha propagado a otros órganos o cómo está respondiendo al tratamiento, o para verificar si hay recurrencias. Pregúntele a su oncólogo si es posible coordinarlas con su cita de vacunación, dice la Dra. Desperito.

Si le ofrecen la vacuna y tienen programados los estudios próximamente, puede solicitar que se le administre la vacuna en una parte diferente del cuerpo. Por ejemplo, si su cáncer de mama está o estuvo en la mama izquierda, pida que le pongan la vacuna en el brazo derecho o incluso en el músculo del muslo, aconseja la Dra. Desperito.

Hable con su médico si aparecen ganglios inflamados en un estudio de diagnóstico por imágenes después de recibir la vacuna. “Si se realizó una tomografía computarizada y muestra agrandamiento de los ganglios linfáticos, se puede realizar una ecografía dirigida de la axila para ver si han vuelto a la normalidad”, agrega la Dra. Desperito. “Es posible que no tenga que repetir la tomografía computarizada. Hay otras formas de verificarlo”.

4. Priorice su salud

Programar sus exámenes de detección de cáncer o los estudios de diagnóstico por imágenes de seguimiento es muy importante. “Sabemos que muchas personas han tenido que retrasar estos exámenes debido a la pandemia de COVID”, dice la Dra. Desperito. “Generalmente, cuánto antes encontramos un cáncer, más tratable es. Muy simple, encontrar el cáncer de manera temprana salva vidas”.

Additional Resources

  • Para obtener más información sobre las pruebas de diagnóstico radiológico en NewYork-Presbyterian, visite nyp.org/radiology.

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