¿Cómo hablar con los niños sobre el nuevo coronavirus?

Es importante sostener conversaciones abiertas con los niños sobre el brote, y mantenerlos informados.

El nuevo coronavirus ha cambiado nuestra rutina diaria al alterar la forma en que trabajamos y vivimos. Para los niños en particular estos días son confusos. Si bien el instinto natural de muchos padres es proteger a sus hijos de lo que les asusta, ocultarles las noticias sobre el coronavirus no es la respuesta. Para ayudar a los niños a procesar los cambios y encontrar algo de normalidad, lo mejor que puede hacer es hablar con ellos sobre lo que está sucediendo, expresa la Dra. Shannon Bennett, Directora Clínica del Youth Anxiety Center de NewYork-Presbyterian.

“Una conversación abierta en la que les hacemos preguntas y les permitimos preguntar es algo importante para los niños de todas las edades”, indica la Dra. Bennett, quien también es Profesora Auxiliar de Psicología en el área de Psiquiatría Clínica en Weill Cornell Medicine. “La forma en que respondemos esas preguntas, obviamente cambiará de acuerdo con la edad y la etapa del desarrollo del niño, pero creo que ser honesto y tratar de seguir los datos sin dejar que nuestra propia ansiedad se filtre en las conversaciones es la mejor manera de hacerlo”.

A continuación se incluyen algunos consejos sobre cómo hablar con los niños acerca del brote del nuevo coronavirus.

Ayúdelos a comprender la información

Hasta ahora, incluso los niños pequeños, han oído hablar del nuevo coronavirus (causante de la enfermedad llamada COVID-19), ya sea porque lo han visto en la televisión, se han enterado de dicho virus cuando sus escuelas tuvieron que suspender las clases, lo han conversado con amigos o lo han escuchado de conversaciones de sus padres y otros familiares. El concepto de un virus o una pandemia puede ser difícil de comprender para ellos, pero usted puede ayudarlos a entender mejor el tema si les brinda un punto de referencia que puedan relacionar. “Ciertas enfermedades están siempre presentes en las escuelas en esta época del año, por lo que puede comparar este virus con algo con lo que ya estén familiarizados”, expresa la Dra. Bennett. “Eso suena menos aterrador y los puede ayudar a comprender que siempre necesitamos mantener nuestros cuerpos limpios y saludables, y que estamos haciendo todo lo posible para asegurarnos de que eso sea así tanto en este momento, como siempre”.

Deje que los niños comiencen la charla

Recuerde: estas son conversaciones bidireccionales. Comience por hacer preguntas a sus hijos sobre qué saben del brote, y luego establezca su punto de partida para lograr una charla significativa. Aliente a sus hijos a hablar sobre sus sentimientos, ya que puede ser difícil para ellos identificar emociones como el miedo y la ansiedad, y a hacer preguntas, incluso si no tiene las respuestas. “Usted puede reforzar sus preguntas al transmitirles que juntos tratarán de buscar las respuestas”, expresa la Dra. Dara Steinberg, Psicóloga Tratante en el Morgan Stanley Children’s Hospital de NewYork-Presbyterian y Profesora Auxiliar de Psicología Médica en el área de Pediatría and Psiquiatría en el Columbia University Irving Medical Center. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades ofrecen algunas formas simples de explicar la COVID-19 a los niños.

Es importante que usted reconozca lo que quieren saber y que no desatienda sus preocupaciones. “Decirle a un niño que ‘no se preocupe’ probablemente no aliviará sus temores”, indica la Dra. Steinberg. “En cambio, debe normalizar y reconocer sus preocupaciones. Puede analizar formas concretas en que su familia esté manejando la situación y recordarles otros desafíos que hayan enfrentado y superado antes en sus vidas para reforzar la idea de la resiliencia”.

Sea un buen modelo

Si bien muchos adultos tienen que esforzarse constantemente por mantener la calma durante este brote, hacerlo es la mejor manera de cuidarse a usted mismo y a su familia en estos momentos de incertidumbre. Sus hijos repetirán sus palabras y comportamientos, lo que afectará su reacción. “Los niños oyen comentarios nuestros que no siempre creemos que han escuchado, por lo que debemos ser conscientes de lo que decimos, y tener en cuenta que nuestros hijos siempre están escuchando nuestras palabras y observando nuestros comportamientos”, expresa la Dra. Bennett. “Debemos demostrar que podemos mantener la calma. Debemos dar un ejemplo correcto del lavado de manos y la higiene adecuada. Podemos compartir con nuestros hijos las formas en que nos preparamos para mantener a nuestra familia segura. Fuera de la casa, puede compartir con ellos cómo los médicos, profesores y adultos que conocen se están esforzando constantemente para asegurarse de que todos estemos lo más seguros y saludables posible”.

Use un tono de voz tranquilizador

Al fomentar el distanciamiento social para protegernos del virus, es importante encontrar formas de conectarse con sus hijos en casa. Mantenga un diálogo con ellos y demuéstreles que está presente durante lo que puede ser un tiempo aterrador. “Hay muchas actividades que podemos hacer en casa, tales como maratones de películas, actividades artesanales y artísticas, experimentos científicos en la cocina, pastelería, entre otras”, indica la Dra. Bennett. “Lo más importante es ser proactivo, tanto en nuestra preparación como en nuestras conversaciones con los jóvenes y entre nosotros”.

Más allá de tener conversaciones honestas con sus hijos, también puede ayudarlos seguir una rutina tanto como sea posible. Confeccione un itinerario y anótelo para que puedan seguirlo. Para los niños pequeños que aún no sepan leer, realice un itinerario visual con imágenes. “Informe a sus hijos qué es lo que harán ese día y qué deberán hacer al día siguiente, incluso si es diferente a lo que suelen hacer”, expresa la Dra. Bennett.

La Dra. Steinberg está de acuerdo con esto y comenta: “Las rutinas ayudan a establecer un conjunto de hábitos y patrones que pueden brindar orden y previsibilidad a la vida diaria. Estas herramientas pueden ayudar a los niños y a sus familias a adaptarse a nuevas tareas, como lavarse las manos con más frecuencia, conversar con sus abuelos a través de FaceTime en lugar de personalmente, y hacer las tareas escolares de forma remota. Llevar a cabo estas actividades de manera predecible ayudará a que el niño las incorpore, y con el tiempo, parecerá menos una carga y más una parte natural de su vida diaria”.

Recursos adicionales

Si tiene dudas sobre el COVID-19, llame a la línea directa de NewYork-Presbyterian al 646-697-4000. Esta línea directa está disponible como un servicio al público únicamente para proporcionar información y no para diagnosticar, tratar o dar una opinión médica.

Si no se siente bien, considere usar Atención urgente virtual de NewYork-Presbyterian para síntomas que no ponen en riesgo la vida como fiebre, tos, malestar estomacal o náuseas. Conozca más visitando nyp.org/urgentcare.

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