Subvariante BA.2 de Ómicron: lo que debe saber
A medida que la subvariante de Ómicron se propaga en los Estados Unidos, una especialista en enfermedades infecciosas comparte lo que los expertos saben hasta ahora sobre esta variante sumamente contagiosa y de qué manera protegerse a uno mismo y a los demás.
Según la Organización Mundial de la Salud, la sumamente contagiosa subvariante de Ómicron conocida como BA.2 se ha consolidado como la variante de COVID-19 más prevalente en el mundo, y representa el 86 % de los casos informados entre el 16 de febrero y el 17 de marzo. En los Estados Unidos, la subvariante también está ganando terreno. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) estiman que la BA.2 es responsable del 72.2 % de las nuevas infecciones por COVID-19 en el país. La variante tiene mayor incidencia en el noreste y representa más del 84 % de los casos en el área de Nueva York.
“Según la tasa de aumento, los CDC esperan que la BA.2 se convierta en la cepa dominante en los EE. UU. en las próximas semanas”, comenta la Dra. Yoko Furuya, Jefa de Epidemiología y Directora Médica de Prevención y Control de Infecciones del NewYork-Presbyterian Hospital. “Sin embargo, por el momento, la BA.2 no ha causado un nuevo gran aumento de casos de COVID-19 en los EE. UU. como sí está ocurriendo en otros países. A pesar de esto, los expertos están atentos para ver si se inicia una nueva ola de COVID- 19”.
La Ómicron BA.1 fue responsable del gran aumento de casos que hubo durante el invierno en los Estados Unidos. Pero a medida que los casos de COVID-19 han disminuido, y continúan flexibilizándose las restricciones y los requisitos de uso de mascarillas, la Dra. Furuya explica lo que las personas deben saber sobre la subvariante BA.2 de Ómicron, incluidos los tratamientos más efectivos, si las personas pueden volver a infectarse y cómo continuar protegiéndonos en la fase actual de la pandemia.
Health Matters: ¿Cómo se relaciona la subvariante BA.2 con Ómicron?
Dra. Furuya: Ómicron es en realidad una variante “familiar” del virus que causa el COVID-19, con múltiples ramificaciones o subvariantes. Estas subvariantes están estrechamente relacionadas entre sí, pero también tienen mutaciones genéticas que hacen que se comporten de forma un poco diferente unas de otras. La BA.2 es una de estas subvariantes de la familia de virus Ómicron, y actualmente está provocando aumentos de las infecciones por COVID-19 en numerosos países de Europa y Asia. Parece ser incluso más contagiosa que la subvariante BA.1, responsable de la reciente ola de Ómicron en EE. UU.
¿Cuánto más contagiosa es la subvariante BA.2?
Las estimaciones varían, pero los estudios muestran que la BA.2 es entre un 30 % y un 60 % más contagiosa que la BA.1.
¿Se enferman más los pacientes con la subvariante BA.2? ¿Cuáles son los síntomas?
Si bien un estudio de laboratorio sugirió inicialmente que el virus BA.2 podría potencialmente hacer que las personas infectadas se enfermen más que con la subvariante BA.1 (al demostrar que se replica más rápidamente que la BA.1 en las células del tracto respiratorio), hasta ahora los datos recolectados en humanos no sugieren que las personas se enferman más con la subvariante BA.2 que con la BA.1. Los pacientes con la subvariante BA.2 presentan síntomas similares a los de la BA.1, como tos, congestión o secreción nasal y dolor de cabeza, así como algunos mareos y fatiga.
¿Cuáles son los tratamientos efectivos para la subvariante?
La pastilla oral antiviral producida por Pfizer, Paxlovid, parece ser eficaz contra la subvariante BA.2, al igual que otros antivirales como molnupiravir y el medicamento antiviral intravenoso remdesivir.
En términos de tratamientos con anticuerpos monoclonales, algunos parecen ser más efectivos que otros. Los más efectivos son el bebtelovimab, un anticuerpo monoclonal que se utiliza para el tratamiento de infecciones leves en personas de alto riesgo, así como Evusheld (tixagevimab y cilgavimab), que se utiliza como profilaxis en personas con inmunodepresión moderada o grave para protegerlos contra infecciones.
¿Protegen las vacunas contra la subvariante BA.2 de Ómicron?
Sí, todas las vacunas contra COVID-19 autorizadas por la FDA parecen proteger contra la BA.2. En general, los CDC continúan recomendando las vacunas de ARNm como Pfizer o Moderna por sobre la vacuna de Janssen (Johnson & Johnson) para proteger contra cualquier cepa de COVID-19, incluida la BA.2.
¿Están protegidas contra la BA.2 las personas que se infectaron con la BA.1?
En general, las personas que se infectaron recientemente con la BA.1 están protegidas contra la reinfección con BA.2, aunque ocasionalmente se han informado reinfecciones. También sabemos que cuanto más tiempo pasa después de una infección previa de COVID-19, más disminuye la inmunidad, por lo que el riesgo de volver a infectarse, especialmente con una cepa diferente, comienza a aumentar después de algunos meses.
¿Es el aumento de casos en Europa y Asia un indicio de lo que podemos esperar en los EE. UU.?
Aún no está claro si las tendencias de COVID-19 que se ven en muchas partes de Europa y Asia se reflejarán en los EE. UU. Una de las razones por las que las cosas podrían resultar diferentes en los EE. UU. es que recientemente tuvimos una enorme ola de Ómicron BA.1, por lo que es poco probable que las personas infectadas con la subvariante BA.1 se infecten con la BA.2 en los próximos meses. Es posible que, hasta cierto punto, eso pueda protegernos de otra gran ola inminente, pero es demasiado pronto para saberlo.
Con el levantamiento de los requisitos de uso de mascarillas, ¿qué deben tener en cuenta las personas en términos de precauciones y cómo protegerse mejor?
Teniendo en cuenta que COVID-19 no va a desaparecer pronto, todos estamos tratando de descifrar cuál es la mejor manera de vivir con el virus y cómo acomodarnos en función de las olas y variantes futuras que probablemente tengamos. En primer lugar, la mejor manera de protegerse es vacunarse y colocarse un refuerzo si reúne los requisitos. Incluso con la ola más reciente de Ómicron BA.1, las personas completamente vacunadas tenían muchas menos probabilidades de infectarse que las personas no vacunadas, y también era muy poco probable que fueran hospitalizadas por COVID-19. Esta protección fue aún mayor para quienes que habían recibido el refuerzo de la vacuna contra la COVID-19.
Si bien los CDC y muchos estados han flexibilizado los requisitos de uso de mascarillas para áreas con bajo contagio de COVID-19 en la comunidad, es importante que las personas estén preparadas para volver a usar mascarillas y tomar otras precauciones cuando los números vuelvan a aumentar. Si las cifras en su comunidad entran en el nivel de alto riesgo de los CDC, se recomienda volver a utilizar mascarillas en espacios cerrados. También consideraría evitar los lugares amplios y concurridos, así como los espacios cerrados donde no es factible el uso de mascarillas, como cuando comemos en el interior de restaurantes y bares.
Para algunas personas, como las personas mayores o aquellas que tienen un sistema inmunitario debilitado, puede ser prudente seguir tomando precauciones, como el uso de mascarillas en espacios cerrados, incluso si las tasas de transmisión comunitaria son bajas, pero especialmente cuando comienzan a entrar en el nivel de riesgo medio de los CDC. Las mismas precauciones se deben tener en cuenta si convive con una persona mayor o que tiene un sistema inmunitario debilitado, o gente que se encuentra con este tipo de personas en el trabajo, como los trabajadores de la salud.
Otra consideración que todos deben tener en cuenta es tomar precauciones adicionales durante las semanas previas a una gran reunión social, como una reunión familiar o antes de un viaje planificado. Estar atento al uso de mascarillas y evitar posibles exposiciones podría evitar que tenga que cancelar sus planes o, lo que es peor, que contagie a sus amigos y familiares.
Por último, incluso cuando la transmisión comunitaria es baja, todos deben continuar tomando en serio cualquier síntoma potencial de COVID-19 (como fiebre, tos, dolor de garganta, dolores de cabeza y cuerpo, etc.), y deben autoaislarse y hacerse la prueba. Hacerse la prueba antes de grandes reuniones también puede ser una buena idea, especialmente si asisten personas vulnerables (personas mayores o inmunodeprimidas).
La Dra. Yoko Furuya, M.D., es una epidemióloga y especialista en enfermedades infecciosas reconocida a nivel nacional, con 20 años de experiencia clínica. Es Directora Médica de Prevención y Control de Infecciones y Directora de Gestión de Antibióticos para todos los campus de NewYork-Presbyterian Hospital, incluidos NewYork-Presbyterian/Columbia University Irving Medical Center y NewYork-Presbyterian/Weill Cornell Medical Center. También es profesora adjunta de Medicina en el Vagelos College of Physicians and Surgeons de Columbia University. En 2018, la Dra. Furuya fue homenajeada por sus logros en el campo de la epidemiología en la atención médica al ser reconocida como miembro de la Society for Healthcare Epidemiology of America (SHEA).