NewYork-Presbyterian da la Bienvenida a Quintillizos

Por primera vez desde 1992, el hospital ayuda a dar a luz cinco bebés a la vez.

El gran momento finalmente llegó: la nueva madre, Arlette, estaba lista para dar a luz a sus bebés. Un equipo de médicos, enfermeras, anestesiólogos, becarios y técnicos de enfermería estaban listos y en sus puestos asignados en una sala de partos en NewYork-Presbyterian Morgan Stanley Children’s Hospital.

Por primera vez desde el 1992, NewYork-Presbyterian estaba a punto de dar a luz a quintillizos — una rareza, con menos de 50 casos registrados en los Estados Unidos en el 2017, de acuerdo a los últimos datos de los centros para el control y la prevención de enfermedades.

El 26 de febrero de 2019, salieron los bebés: ¡niño, niño, niña, niña, niño!

Con 30 semanas y 2 días de embarazo, Arlette dio a luz a cinco. Pesando de 2 a 3 libras cada uno — Thiago, 3 libras; Montserrat y Mathias, ambos 2 libras 8 onzas; Sophia 2 libras 6 onzas; y Sebastian, 2 libras, fueron llevados a la unidad de cuidados intensivos neonatal (UCIN) inmediatamente para ser monitoreados de cerca.

Los días previos y actual del parto se tomó considerable planificación y preparación y fue un verdadero esfuerzo del equipo, dirigido por la Dra. Chia-Ling Nhan-Chang, experta en medicina materno-fetal en NewYork-Presbyterian Morgan Stanley Children’s Hospital y la familia OB-GYN.

“Nos sentimos honrado que la familia Rivera nos haya elegido para ser parte de su jornada al formar su familia. La actitud positiva de Arlette la ayudó a mantenerse activa y saludable hasta el tercer trimestre,” dice la Dra. Nhan-Chang, que también es asistente profesora de Obstetricia y Ginecología en Columbia University Vagelos College of Physicians and Surgeons. “Fue un notable esfuerzo del equipo multidisciplinario que resultó en el parto de cinco bebés sanos a las 30 semanas, mucho más allá del promedio de la edad gestacional de un parto de quintillizos. No podríamos estar más felices por ellos. No había un ojo seco en la sala de parto.”

Una Herramienta Nueva para la UCIN

El nacimiento de los quintillizos también fue una oportunidad para probar una protección adicional para identificar a los bebés en la UCIN.

La investigación, encabezada por el Dr. Jason Adelman, primer oficial de la seguridad del paciente y primer oficial encargado de calidad en NewYork-Presbyterian/Columbia University Irving Medical Center, ha encontrado que la frecuencia de las órdenes de pacientes equivocados en la UCIN aumenta con nacimientos múltiples debido a que los hermanos compartan el mismo apellido. Para minimizar los errores y maximizar la seguridad del paciente, el equipo de NewYork-Presbyterian Morgan Stanley Children’s Hospital está probando una protección adicional para identificar a los bebés en la UCIN, llamado pictografías, que es una imagen de un objeto fácil de recordar, como un trébol o baloncesto.

Para los quintillizos, los pictogramas eran a la vez una forma dulce y útil para que Arlette le asignaría un visual a sus bebés, así como una solución simple pero crítica para minimizar la posibilidad de errores durante su estadía en la UCIN. Antes de dar a luz, Arlette Estudió detenidamente las gráficas de los animales, la naturaleza, la música y los deportes, y, basándose en su comprensión de las personalidades de los bebés en el vientre, decidió en un girasol y abejorro para las dos niñas, y un béisbol, violín, y nave cohete para los tres niños. Los pictografías fueron mostrados junto a sus nombres en sus registros médicos, así como sus prematuros una vez que nacieron.

“El equipo estaba muy contento de que, dado nuestros esfuerzos para minimizar la confusión entre los bebés, que incluían el uso de sus nombres en lugar de Bebé A, B, C, D, y E y asignarles todos los pictografías, no hubo errores de pacientes equivocados,” dice el Dr. Adelman.

Arlette and Christopher in the NICU

Arlette y Christopher conocen a sus bebés por primera vez.

Reunión por Primera Vez

Una vez que Arlette se recuperó de su parto, ella y el padre de los bebés, Christopher, visitaron la UCIN, donde conocieron a los bebés por primera vez. Cada bebé descansaba en una incubadora individual, sus nombres impresos en papel colorido junto con sus pictografías individuales que colgaban de las cunas. Durante las próximas semanas, los bebés permanecieron en la UCIN para asegurarse de que estaban alimentándose bien y aumentando de peso.

Hoy en día, los cinco bebés están en casa y están bien, y, según Christopher, él y Arlette se están acostumbrando a la vida como una familia de siete.

“Las palabras nunca serán suficientes para mostrar el nivel de gratitud que sentimos con los médicos y todo el equipo del hospital,” añade Christopher y Arlette. “Nunca olvidaremos todo lo que hicieron por nosotros.”

Aprenda más acerca de la UCIN en el NewYork-Presbyterian Morgan Stanley Children’s Hospital.

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